Linda Ocampo enseña literatura y lenguaje en la Academia Maddox localizada en la Ciudad de México, institución reconocida por sus altos estándares académicos y su compromiso a una educación orientada hacia los valores. Cuando empezó a trabajar en la institución, la profesora Ocampo les asignó a los alumnos la producción de un ensayo. Durante el proceso evaluativo, descubrió que la mitad del contenido de los mismos había sido copiado del Internet. Según Ocampo, lo más sorprendente del asunto fue que cuando ella los confrontó acerca del material copiado, los estudiantes no dimensionaron la gravedad del problema. Ella recuerda: “Ninguna persona les había dicho que copiar y pegar es malo”.
Ocampo había hecho uso de Turnitin en trabajos previos para universidades. Pensó que la academia podría utilizar la herramienta para la verificación de la originalidad de los trabajos estudiantiles así como para la enseñanza de las normas de citación — dos garantes de la integridad académica. Ocampo entonces descargó la aplicación de Turnitin a su iPad y les sugirió a los representantes del colegio la compra de la herramienta para el beneficio de toda la institución. Tristemente, ninguno tomó en cuenta esta sugerencia hasta que un grupo de estudiantes fue descalificado por haber cometido plagio en un concurso externo.
Además de abogar por el uso de la herramienta (la cual la Academia Maddox ya utiliza), Ocampo inició una campaña informativa para ayudar a concientizar a la comunidad educativa acerca de la gravedad del plagio y la importancia de la integridad académica. Ella solicitó a sus estudiantes diseños de carteleras acerca de la honestidad intelectual y los exhibió en las áreas más transitadas de la institución, a fin de sensibilizar a los docentes y estudiantes sobre el tema. La profesora también organizó una competencia de cortometrajes donde los estudiantes compartieron historias sobre las posibles consecuencias del plagio.
En vez de emplear exámenes para evaluar la escritura de los estudiantes, la profesora Ocampo les solicita crear una antología literaria con el plagio como la temática del primer texto. Regularmente utiliza Turnitin para verificar la originalidad de los trabajos estudiantiles, para enseñar la metodología de la investigación y las normas de la citación y para dar las pautas que garanticen un escrito original. Ocampo dice que a los estudiantes les gusta el formato digital de la retroalimentación y que hoy en día, ellos se dan cuenta de que el propósito de la herramienta no es de carácter punitivo sino educativo.
Finalmente Ocampo cuenta: “Hemos podido crear una cultura de integridad y honestidad. Por primera vez en cinco años, no encuentro casos de plagio y todos mis estudiantes utilizan el formato de citación APA correctamente”.
Cabe anotar que, por primera vez, sus estudiantes han ganado concursos internacionales de literatura y muchos de ellos han recibido becas universitarias por su escritura.
A consecuencia del éxito que Ocampo ha tenido con el uso permanente de la herramienta, la Academia Maddox la ha nombrado como la instructora oficial de Turnitin para el profesorado. De esta forma aseguran no sólo la difusión de la herramienta sino además garantizan la búsqueda permanente hacia la integridad académica.