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¿Cómo prepararnos para la era de la redacción con inteligencia artificial?

Jonathan Bailey
Jonathan Bailey
Consultor sobre plagio

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Aunque la inteligencia artificial (IA) está avanzando a pasos agigantados cada año, todavía parece estar muy lejos de poder asumir tareas creativas o artísticas, por ejemplo, componer música. Sin embargo, es posible que te sorprenda saber que la redacción con IA es una realidad hoy en día.

En 2017, el Washington Post anunció que había estado utilizando Heliograf, un “reportero” de Inteligencia Artificial. Del mismo modo, OpenAI informó en Febrero de 2019 que había estado entrenando un nuevo de lenguaje IA, llamado GPT-2. Sin embargo, la versión final del programa fue detenida con el argumento de que había “aplicaciones maliciosas de la tecnología”, aunque permitieron a otros autores la oportunidad de experimentar y trabajar con el software.

En resumen, la escritura con IA está más cerca de lo que la mayoría de las personas piensa. Con herramientas como Heliograf y GPT-2, lo único que falta es que la tecnología sea más accesible y asequible. De hecho, las compañías de tecnología como Turnitin ya están utilizando la innovaciones de inteligencia artificial y aprendizaje automático en el desarrollo de productos. Es solo cuestión de tiempo para que los estudiantes tengan acceso a los bots de escritura con IA y es momento de que los educadores se preparen.

De humanos a bots

A decir verdad, es probable que ya estemos viendo los comienzos de la ola de IA que se aproxima. Antres, los procesadores de texto se limitaban a tener correctores de ortografía básicos. Sin embargo, ahora tienen correctores de gramática y lenguaje más avanzados que pueden leer e interpretar las palabras del autor y ofrecer sugerencias para mejorar.

La inteligencia artificial no aparecerá en las puertas de los estudiantes como un botón mágico que diga: “Crea un trabajo aquí”. Se abrirá paso lentamente en el proceso de redacción, ofreciendo herramientas más y más avanzadas que le quitan cada vez más el control al autor humano.

Las herramientas de edición automatizada ya pueden reescribir oraciones, corregir errores gramaticales complejos, decirte cuál es el tono de tu escritura e incluso sugerir nuevas fuentes para revisar. No pasará mucho más tiempo antes de que puedan reescribir documentos completos, reestructurar trabajos más extensos, y detectar problemas más generalizados con una pieza de escritura.

Para los estudiantes, especialmente aquellos que batallan con su escritura, esto probablemente será una bendición. No convertirá mágicamente la mala redacción en buena, pero les ayudará a convertirse en mejores escritores.

Pero, en algún momento, las herramientas se volverán tan avanzadas que los estudiantes no serán los autores de sus trabajos. Llegará un momento en que la automatización tendrá demasiado control y pasará de ayudar a los estudiantes a redactar, a escribir el trabajo por ellos.

Abordar esto será mucho más difícil si no existe una clara división entre la tecnología ética de apoyo a la redacción y el software que ofrece atajos poco honestos.

¿Qué pueden hacer los maestros hoy?

La buena noticia es que hay muchas cosas que los instructores pueden hacer para prepararse para este escenario:

  • Hablar con los estudiantes acerca de las herramientas de redacción: utiliza las herramientas que los estudiantes usan todos los días, pregúntales qué piensan acerca de ellas. Hazles preguntas específicas como: “¿Quién es el responsable si tu corrector de gramática comete un error? o “si tu procesador de textos cambia una oración, ¿tu escribiste esta oración o lo hizo el programa? Haz que los estudiantes reflexionen acerca de cómo escriben sus trabajos y por qué esto es importante y sobre cuál es la línea que separa al escritor del editor, y en qué momento la inteligencia artificial cruza esa línea.

  • Herramientas de integridad: La IA hará que la integridad y la originalidad sean partes mucho más importantes de cualquier plan de integridad académica. Herramientas como Turnitin Originality tienen ahora capacidades de autoría que pueden detectar cambios en la escritura de un estudiante, incluso cuando no se trata de un problema de plagio tradicional. Incorporar estas herramientas ahora puede ayudar a los educadores a protegerse contra algunos de los problemas académicos de los últimos tiempos, como la compra de ensayos en línea.

  • Estructurar los trabajos cuidadosamente: Al igual que con otros problemas de integridad académica, ciertos tipos de tareas son más resistentes a las trampas que otros. En trabajos que se realizan en parte en el aula, por ejemplo, la IA no es tan fácil de utilizar, como un trabajo escrito fuera de la clase. Escoger temas que son más específicos, o incluso personales, puede ayudar también. En esa coyuntura de aprendizaje remoto y educación en línea, las tareas personalizadas pueden ser más difíciles de organizar (visita este artículo para conocer más consejos acerca de cómo mantener la integridad académica en un entorno remoto).

La principal forma de abordar la redacción basada en la inteligencia artificial es reflexionar sobre estos temas y hacer que los estudiantes reflexionen sobre ellos también. Puede que la redacción con IA no irrumpa mañana, pero seguro no tardará en llegar, y ahora es el momento para que los docentes y estudiantes se comiencen a preparar para el inevitable día en que se pueda presionar un botón para que un programa escriba los trabajos.