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Diseña evaluaciones remotas con integridad

Una conversación con dos expertas diseñadoras instruccionales sobre cómo diseñar evaluaciones remotas para apoyar la educación con integridad.

Christine Lee
Christine Lee
Content Manager

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La Doctora Roslyn Miller y la Doctora en Educación Amanda E. Major son diseñadoras instruccionales en la Universidad de Florida Central (UCF); su trabajo e investigación se enfoca en la instrucción efectiva y la evaluación auténtica del aprendizaje de los estudiantes. Tienen experiencia tanto en instituciones públicas como privadas, educación secundaria y superior, además de áreas temáticas de ciencias y tecnología.

En resumen, Roslyn Miller y Amanda Major tienen conocimientos profundos sobre evaluación. Recientemente tuvimos el privilegio de conversar con ellas a través de Zoom para discutir sobre desafíos educativos, recomendaciones para el contexto actual y el futuro de la evaluación.

DESAFÍOS

De acuerdo a lo comentado por Miller y Major, la rápida transición de entornos presenciales a virtuales agudizó problemas crónicos y evidenció los siguientes desafíos:

  • Los docentes tuvieron que enfrentar sus miedos y reservas sobre la educación a distancia y la tecnología.
  • Cualquier mala práctica en aulas presenciales fue transferida al entorno virtual.
  • Los académicos expresaron incertidumbre y preocupación sobre la integridad académica en el aprendizaje remoto.
1. Miedo a la tecnología

Amanda Major señaló que “los profesores tuvieron que superar su miedo a la tecnología de un día para otro. El inesperado cambio a una plataforma remota fue difícil tanto para los docentes como para los estudiantes, quienes aún no estaban acostumbrados a esta realidad. Muchos de los miembros de nuestro cuerpo docente, por ejemplo, ya tenían las herramientas necesarias para hacer el cambio e intentar que funcionara de la manera más efectiva, pero muchos otros no. Cualquier mala práctica que los docentes estuvieran utilizando en clases presenciales fue transferida a las clases remotas, como el desconocimiento del uso del LMS para instrucción asincrónica. Algunos profesores simplemente siguieron impartiendo clases como si estuvieran en el aula, es decir, sin los elementos que hacen efectiva la educación en línea, como las actividades y la interacción, por ejemplo. Para superar estos obstáculos, los equipos de apoyo de tecnología educativa, diseñadores instruccionales, tecnólogos y especialistas multimedia estuvieron ahí para guiar y apoyar a los docentes durante este proceso” .

2. Prácticas pedagógicas

Contar con una base pedagógica sólida fue crucial en la transición. Miller declaró al respecto que “uno de los primeros desafíos que surgió en el grupo de profesores que nunca se había enfrentado a la educación en línea, fue la creencia de que se podía tomar el material destinado al aula presencial, incluídas las evaluaciones, para subirlo tal cual en el LMS. Los resultados al comienzo fueron frustrantes, tanto para profesores como para estudiantes. El entorno en línea necesita realmente ser tomado en cuenta”. Agregó que “a pesar de que los principios de la enseñanza efectiva son los mismos, independientemente de si es en un aula física o virtual, los entornos son muy diferentes en técnicas y estrategias. Estas consideraciones especiales tienen que ver con el tiempo (sincrónico o asincrónico) y el ambiente físico (que el grupo esté reunido en una habitación o que estén todos en lugares diferentes). Tiempos distintos, lugares distintos, y la forma en que el contenido se entrega, recibe y trabaja afecta todas las estrategias educativas”.

3. Integridad académica

“Uno de los desafíos más grandes que plantearon los docentes cuando nos mudamos hacia entornos virtuales fue la preocupación por la integridad académica en las evaluaciones”, dijo Miller. “Algunas de las preocupaciones más relevantes tenían que ver con el temor a que los estudiantes usaran libros o información de internet para completar una evaluación destinada a realizarse con libro cerrado, o sea, sin recursos. Los profesores expresaron preocupación de que los estudiantes copiaran y compartieran información al no ser supervisados presencialmente”.

“Una solución inmediata fue la incorporación de tecnología para supervisar a los estudiantes”, agregó Miller. “Se invirtieron recursos en sistemas de supervisión. Sin embargo, una vez que disponibilizamos estos sistemas para los profesores, nuestra estrategia siguió enfocándose en poner énfasis en las evaluaciones de calidad, donde esas herramientas de supervisión se necesitan cada vez menos”.

Major concluyó: “los diseñadores instruccionales tuvieron como objetivo generar colaboración con los profesores para diseñar evaluaciones auténticas, múltiples y variadas, incluyendo exámenes de bajo riesgo (con valor de un par de puntos) o actividades sin calificaciones, que permiten practicar sin miedo al error” .

RECOMENDACIONES

¿Cuáles son las recomendaciones de Miller y Major para evaluar con integridad?

  • Promover la adopción de tecnología

Major compartió un poco de su experiencia: “ayudé durante mucho tiempo a profesores que nunca habían impartido cursos en línea o en modalidad híbrida y que necesitaban con urgencia una actualización. Conversamos sobre la incorporación de actividades de análisis en sus cursos, usando eventos actuales o desafiando a los estudiantes a relacionar el contenido con sus vidas para que obtuvieran experiencias de aprendizaje significativas en estos tiempos. Una profesora con la que trabajé, por ejemplo, creó una línea de tiempo colaborativa para que sus estudiantes mapearan lo que estaba pasando en sus vidas durante la crisis del COVID-19.

2. Emplear herramientas que apoyen las mejores prácticas pedagógicas

Amanda Major recordó “tuve un gran interés de profesores que enseñaban sincrónicamente por Zoom y también otros que estaban incursionando en Panopto. En estas sesiones pude identificar la necesidad de actividades y evaluaciones colaborativas, elementos que podrían simular las actividades que los profesores emplean en el aula. A veces, requiere un poco de ingenio el rediseño de las actividades en línea. Comencé a investigar formas para que los estudiantes colaboraran en tiempo real, a través de la tecnología”. Major exploró Sutori, Padlet, Jamboard, Materia activities. También examinó “actividades como líneas de tiempo y tipos de evaluación más clásicos como mapas conceptuales”.

3. Mantener la integridad académica usando las mejores prácticas pedagógicas en el diseño instruccional

Es muy importante diseñar evaluaciones diferentes. Miller señaló: “si una evaluación está hecha exactamente de las mismas preguntas semestre tras semestre; esas preguntas están disponibles en línea y se pueden googlear. Esto es una tentación que puede empujar a los estudiantes a hacer trampa apenas tengan una oportunidad. Recordemos que ellos están solos en una evaluación en línea, y tienen el tiempo y la tecnología”.

“Creo que uno de los mayores desafíos de integridad académica es que muchos cursos de educación superior tienen dos o tres exámenes principales con opción múltiple, y la calificación total es obtenida del promedio de esas pruebas”, dijo Roslyn Miller. “Entonces, lo que enciende las alertas de la integridad académica, es que cada evaluación tiene una importancia demasiado grande que puede provocar que un estudiante decida tomar el riesgo de ser deshonesto: ‘¿puedo pasar este examen estudiando por mí mismo o puedo pasarlo más fácilmente tratando de hacer otra cosa?’, se cuestionan los jóvenes”.

“Cambiar la naturaleza de las evaluaciones puede ser una de las claves para abordar las preocupaciones de integridad académica. La idea es que no existan evaluaciones demasiado importantes, de esta manera el enfoque no está en medir lo que ha sido preguntado una y otra vez (y que puede ser encontrado en línea en segundos), sino en evitar las malas prácticas. Así, en lugar de tratar de encontrar más herramientas tecnológicas que eviten que los estudiantes hagan trampa, necesitamos cambiar la naturaleza de la evaluación. Algunas formas en que se puede hacer esto, tal como Amanda mencionó, es que en lugar de tener dos o tres exámenes principales, las evaluaciones se distribuyan y se hagan con más frecuencia. Cuando los exámenes tienen menos importancia, la tentación de hacer trampa es también menor, no vale la pena gastar tanto esfuerzo tratando de hacer trampa si se puede demostrar el aprendizaje de manera más auténtica” .

4. Habilitar ciclos de retroalimentación formativa en evaluaciones con apoyo de herramientas y trabajo colaborativo

Major recomendó que “los docentes que estén preocupados por la integridad académica pueden proponer a los estudiantes entregar sus ensayos a través de Turnitin Feedback Studio. Los estudiantes pueden autocorregir sus trabajos y ver dónde están usando citas correctas o incorrectas mediante el puntaje de similitud. También pueden mejorar su redacción y volver a enviar su ensayo. Otras ideas para fomentar la integridad académica son las revisiones entre pares y los debates. En estos contextos, los profesores pueden observar detenidamente y determinar si el estudiante ha tenido un buen desempeño, mientras que los estudiantes también se motivan a ser responsables unos con otros”.

“La interactividad y las actividades colaborativas ofrecen a los alumnos una oportunidad de vincularse con otros en un momento en que el aislamiento es muy real. Los trabajos en grupo son una gran manera de asegurar que los estudiantes no están haciendo trampa, porque siempre un miembro de un grupo podría hablar si un estudiante no estuviese presente y activo cuando se desarrolló el trabajo. Además, los profesores podrían crear una evaluación para que los miembros del grupo califiquen las contribuciones de sus compañeros y luego usar estos datos en el cálculo de la calificación final de cada uno”, dijo Major.

EL FUTURO DE LA EVALUACIÓN
  • ¿Qué hemos aprendido hasta ahora de la evaluación?

De acuerdo con Miller “ciertamente los estudiantes han expresado un deseo de volver al aula. A ellos les gusta interactuar presencialmente con sus profesores y compañeros. De hecho, muchos de ellos realmente sienten que aprenden mejor en un entorno presencial. Entonces, lo que espero, cuando volvamos a las aulas físicas, es que los profesores y los estudiantes (pero especialmente los profesores) hayan aprendido a usar su sistema de gestión del aprendizaje (LMS) y puedan seguir usándolo como apoyo a la instrucción en el aula”.

Una forma en que pueden darle uso a estas plataformas es curando el contenido de sus LMS, integrando, por ejemplo, algunos vídeos cortos de conferencias o enlaces a recursos externos para que los estudiantes puedan procesar el contenido fuera del aula. De esta manera, es posible destinar el tiempo en el aula para el aprendizaje más activo y para desarrollar trabajos colaborativos.

“Si, estoy completamente de acuerdo con Roslyn. Espero que estemos avanzando hacia una experiencia de aprendizaje invertida. Como dice el Director Ejecutivo del Centro para el Aprendizaje Distribuido, Kelvin Thompson: ‘el futuro será una mezcla’”, agregó Major.

“Además, los docentes hemos aprendido durante la crisis del COVID-19 que la evaluación puede ocurrir durante sesiones de videoconferencias sincrónicas en vivo, y que la reflexión, así como las actividades de planificación, pueden usarse como evaluaciones. La línea entre actividades y evaluaciones es difusa, y pienso que es algo bueno”.

2. ¿Cómo moldeará el futuro de la evaluación lo que hemos aprendido del 2020 a la fecha?

“Para comenzar cualquier discusión sobre evaluación, debemos partir preguntándonos cuáles son los objetivos de aprendizaje. Estos objetivos de aprendizaje deben ser claros, no solo para el instructor, sino también deben estar claros y explícitamente comunicados a los estudiantes a través de un lenguaje amistoso. Esto debe hacerse tanto a nivel general de curso como para cada unidad de aprendizaje. Así, los estudiantes conocen las expectativas, es decir, saben cuál es su trabajo en una unidad de aprendizaje o para el final del curso”, señaló Miller.

“Una vez que los objetivos de aprendizaje están claros, el contenido de los cursos necesitará ser alineado con estos objetivos. Ya sea que estemos en una aula física o virtual, podemos usar el LMS para hacer explícitas estas conexiones entre objetivos y contenido. Podemos usar un gráfico, como una matriz, para mostrar qué componentes del contenido están relacionados a cada objetivo de aprendizaje específico. Luego, será útil que en cada actividad de aprendizaje o evaluación hagamos explícito el objetivo de aprendizaje específico que se pretende alcanzar. Finalmente, las evaluaciones también deben estar alineadas con objetivos, contenidos y actividades. Estas evaluaciones deben parecerse realmente a las actividades que los estudiantes hacen en clases” .

Agradecemos a Roslyn Miller y Amanda Major por compartirnos sus conocimientos sobre evaluación con integridad. Esperamos que estos consejos te hayan ayudado a ampliar tu perspectiva sobre la evaluación en la educación a distancia y presencial.

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Agradecemos a Roslyn Miller y Amanda Major por compartirnos sus conocimientos sobre evaluación con integridad. Esperamos que estos consejos te hayan ayudado a ampliar tu perspectiva sobre la evaluación en la educación a distancia y presencial.