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El negocio de la redacción de ensayos: ¿Qué tan grave es?

Acaso, ¿no soy yo el “dueño” del trabajo?

Equipo de Mercadotecnia
Turnitin América Latina

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Pagarle a una persona para que escriba su trabajo, independientemente que se contrate a un compañero de clase o a una empresa que venda ensayos, es una forma de plagio. Usualmente es considerado por los profesores y los administradores de instituciones educativas como una de las formas más graves de cometerlo.

La razón de lo anterior es que un profesor no asigna la producción de un trabajo para que usted contrate a alguien y pague por la redacción del mismo. El objetivo es que usted demuestre su conocimiento sobre el tema asignado, su habilidad para comunicar la información, su capacidad de análisis y su redacción de conclusiones.

En pocas palabras, los ensayos están diseñados para probar las habilidades de los estudiantes. Si usted contrata a otro individuo para que escriba su trabajo, es imposible que el profesor pueda evaluar su grado de conocimiento y su progreso educativo.

A pesar de esto, muchos estudiantes reclaman que, dado que la entrega del trabajo fue autorizada por el autor original, la práctica es éticamente aceptable. Al fin y al cabo, esta circunstancia representa un caso de plagio que “no afecta al autor original”.

Pero, aunque fuéramos a ignorar los objetivos del trabajo, esta acción de plagio perjudica el aprendizaje del estudiante y además afecta a otros individuos.

En primer lugar, cuando usted entrega el trabajo por el que pagó a otra persona por escribir, le está mintiendo a su profesor. Cuando escribe su nombre en el encabezado de la portada de su ensayo, está diciendo: “Todo el trabajo es mío, excepto las referencias citadas”.

Si usted le pagó a otra persona para escribir su trabajo, esto es claramente una falsedad.

En segundo lugar, otros estudiantes que hicieron el trabajo por sí mismos, recibirán una calificación sobre sus propios esfuerzos. Ellos eligen que otra persona no les escriba el trabajo, bien sea por preocupaciones éticas o por miedo de enfrentar los castigos disciplinarios asociados a esta acción. Por tanto, tienen una gran desventaja en comparación con el estudiante que pagó para que le escribieran el ensayo.

La compra de un ensayo no garantiza que usted sea el dueño del mismo.

El autor puede hacer entrega del mismo ensayo, puede venderlo a otros estudiantes, puede publicarlo en línea o hacer prácticamente lo que quiera con él. Simplemente usted hizo uso del ensayo pero el trabajo sigue siendo del autor.

Por ejemplo, cuando usted compra una película, esto no significa que usted es el dueño, usted simplemente es un comprador más.

Los derechos de autor de un trabajo -- bien sea un ensayo, una película o una canción -- pertenecen al autor del trabajo, excepto cuando el individuo es empleado de una empresa o ha expresamente cedido los derechos de autor mediante un contrato por escrito firmado.

Para concluir, comprar un ensayo no le da la autoría del mismo - esto aplica a los ojos de la ley y para la tarea que tuvo que hacer. Por tanto, en lo que se refiera a la compra de ensayos, lo mejor que puede hacer es guardar su dinero y hacerlo usted mismo.

FUENTES

- Una traducción en español de “Is it Plagiarism to Pay Someone to Write for Me? Don’t I Own that Work?” http://plagiarism.org/blog/2017/10/27/is-it-plagiarism-to-pay-someone-to-write-for-me

-Primera imagen por Pexels.com (https://static.pexels.com/photos/7112/woman-typing-writing-windows.jpg)

-Segunda imagen por Free Photos CC (https://static.pexels.com/photos/7075/people-office-group-team.jpg)