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Cinco maneras de abordar las tareas escritas en la era de la IA

Kristin Van Gompel
Kristin Van Gompel
Ed.D in Education; Customer Engagement

Cada día, se publican nuevos artículos acerca de Inteligencia Artificial (AI) y particularmente de ChatGPT. Cada día, los educadores reportan trabajos presentados por los estudiantes que han sido creados por una IA. Cada día, aparece otra historia acerca de herramientas con IA que han superado con éxito el examen de derecho o la prueba de algún curso muy riguroso en un MBA. Ahora que los educadores han comenzado a ver la verdadera amenaza, responsabilidad y promesa de la IA, están preocupados. El equipo de Enseñanza y Aprendizaje de Turnitin- todos educadores actuales y retirados- también está ahí y una cosa que hemos aprendido es que la IA no va a desaparecer…y eso está bien.

Cada vez más académicos empiezan a darse cuenta que la IA podría ser beneficiosa para la educación cuando es implementada con una intención formativa. Sin embargo, se trata de un equilibrio, ya que no todos los usos de las herramientas con IA apoyarán el proceso de enseñanza aprendizaje. Por ejemplo, ¿Y si la IA se utiliza para reemplazar el pensamiento actual de los estudiantes? ¿Y si se utiliza para completar toda una tarea? Este tipo de usos son la amenaza que los educadores estamos (si, ¡aún sigo enseñando!) intentando evitar. Pero, ¿Y si existieran formas en las que podemos proteger las tareas de escritura del mal uso de los estudiantes en las aulas actuales?

Utilicemos técnicas propias de un terapeuta: En lugar de reaccionar después de que un estudiante haya realizado un potencial mal uso de la IA, podemos responder de maneras proactivas poniendo algunos límites.

Hace poco compartimos unas directrices que entregaban once estrategias para abordar el uso de textos generados con IA en el aula. Hoy queremos ampliar cinco tácticas para los educadores:

  • Actualiza la política de integridad académica para orientar las prácticas de instrucción y evaluación.
  • Comunica a los estudiantes las nuevas políticas y guías para las tareas.
  • Examina y revisa las tareas de escritura y las herramientas de puntuación asociadas (rúbricas, etc).
  • Emplea el proceso de escritura, vive en un espacio formativo.
  • Crea oportunidades para que los estudiantes discutan su trabajo.

Observa que estas cinco estrategias se enfocan en una cuidadosa planificación y en una aproximación proactiva a la IA. Aunque el tiempo es un lujo del que los educadores no disponen, estas tácticas pueden ahorrar tiempo a la hora de responder a posibles casos de mal uso de IA. Profundicemos en ellas:

1. Actualiza la política de integridad académica para orientar las prácticas de instrucción y evaluación.

¿Cómo y hasta qué punto es aceptable el uso de herramientas de IA generativa en entornos académicos? Los cambios en las prácticas del aula dependen de la respuesta a esta pregunta y de la consecuente actualización de las políticas de integridad académica. Ahora es momento de investigar, debatir y decidir cómo las instituciones responderán a la rápida evolución de la tecnología con IA. Nuestra nueva guía para actualizar las políticas de integridad académica en la Era del IA explica los pasos útiles para empezar. Compartimos ideas tales como establecer un léxico común en forma de un glosario de vocabulario de IA y determinar el uso ético de estas tecnologías.

Aunque lo ideal es hacer los cambios institucionales primero, puede que esto no ocurra lo suficientemente rápido. La mayoría de los educadores, tienen la sensación de estar poniéndose al día y necesitan herramientas para responder a los avances de la IA ahora mismo. A esos educadores les recomendamos responder las preguntas emergidas de su propio salón de clases, incluso mientras trabajan con colegas y líderes para el cambio institucional. Seamos ágiles y desarrollemos las mejores prácticas para la IA en el aula.

Determinar el uso aceptable de la IA orientará los cambios en la instrucción y la evaluación. Pero, ¿en qué consiste un uso aceptable? Puede variar enormemente según la institución, departamento, salón de clases, e incluso tarea, pero veamos algunos ejemplos concretos. Como he sugerido antes, la IA en la educación puede aportar beneficios. Quizás un educador decide que es aceptable para los estudiantes el uso de herramientas de escritura con IA durante la preescritura (véase el punto 3) con el objetivo de aportar ideas u obtener otros puntos de vista sobre un tema. O tal vez, el educador decide permitir a los estudiantes enviar un borrador a la IA para obtener una retroalimentación formativa para sus trabajos. Si el educador decide seguir este camino, deberá escoger la herramienta de IA correcta y probarla personalmente para establecer parámetros.

2. Comunica a los estudiantes las nuevas políticas y guías para las tareas.

Presenta las políticas actualizadas a los estudiantes y háblales acerca de IA. La política debe ser fácilmente accesible para todas las partes involucradas, especialmente para los estudiantes. Considere la posibilidad de pedir a los estudiantes que realicen actividades para parafrasear las políticas y presentarlas a sus compañeros. Un ejercicio valioso que han sugerido los asesores de Turnitin es la actividad clásica de “Esto si, esto no” con escenarios que los estudiantes pueden clasificar/etiquetar en función de su propio entendimiento de la política. Basta con crear una lista con unos pocos escenarios y pedir a los estudiantes que clasifiquen qué es aceptable y qué no. La actividad en sí es fantástica, pero lo que es aún más potente es el debate acerca de por qué algunos usos son aceptables y otros no.

3. Examina y revisa las tareas de escritura y las herramientas de calificación asociadas (rúbricas, etc).

Es imperativo desarrollar las mejores prácticas para elaborar tareas de escritura que sean resistentes al mal uso de la IA por parte de los estudiantes. Como todos hemos leído en los medios de comunicación, la IA es eficiente en algunas cosas y en otras no tanto. Si nosotros como educadores, nos familiarizamos con las “respuestas” de una herramienta de IA, entonces en teoría, deberíamos ser capaces de modificar nuestras instrucciones de escritura para trabajar con la tecnología. Aunque esta estrategia no es infalible, ayudará a poner algunos límites.

Tomemos algunos elementos con los que las herramientas de escritura con IA generativa están teniendo problemas hoy en día. En su iteración actual se ha descubierto que estas herramientas enumeran fuentes que en realidad no existen. Cuando se le pide, la tecnología puede proporcionar referencias, pero esas fuentes pueden ser ficticias. Por lo tanto, pedir a los estudiantes que usen fuentes verificables con una lista de referencias podría ayudar a combatir este problema. Más allá de las fuentes y las citas, hay criterios adicionales que los académicos pueden considerar al revisar las tareas. Nuestro equipo de educadores veteranos crearon una rúbrica para el mal uso de la IA con el objetivo de ayudar precisamente con eso. La rúbrica propone cuatro rasgos: voz del estudiante, pensamiento crítico/razonamiento, fuentes y citas, y personalización.

Considera la posibilidad de comparar las instrucciones de escritura probadas con la rúbrica. Comience por identificar qué rasgos son relevantes para esta tarea y luego, evalúe los resultados de la solicitud. Utilice las áreas más débiles para considerar cómo podrían modificarse con el objetivo de proteger las tareas del uso indebido de la IA de manera más eficiente. Cuanto más se acerque una tarea al nivel avanzado/profesional, menos vulnerable será al mal uso de la IA.

Como paso final, los educadores también deben actualizar sus guías de calificación o rúbricas para reflejar los requisitos de las nuevas instrucciones. Cuando comencé mi carrera docente, uno de mis mentores me solía decir: “mide lo que más importa”. A medida que cambiamos el diseño de nuestras tareas y evaluaciones, nuestras herramientas de calificación deben estar alineadas. Si las guías de puntuación y rúbricas hacen énfasis en aspectos de la escritura en los que las herramientas de IA son expertas, aumenta la posibilidad de usarlas de formas incorrectas.

4. Utiliza el proceso de escritura; promueve un espacio formativo.

El proceso de escritura no es solo para escritores noveles. Los educadores de todo el mundo no paran de escuchar que la existencia de la IA nos va a obligar a revisar nuestra práctica docente. Los que se hayan alejado de la implementación del proceso de escritura, empiezan por ahí. El proceso de escritura no es solo para escritores principiantes, en parte porque preparar las tareas de escritura para que incluyan pasos como la preescritura y la redacción dará visibilidad al trabajo de los estudiantes antes de la entrega final. Aproveche ese proceso y pida a los estudiantes que envíen un borrador, deje comentarios en el trabajo y pídales que hagan revisiones basadas en esa retroalimentación.

Crear una cultura de escritura que genere una sensación de diálogo abierto entre el estudiante y el educador hace mucho menos probable que el mal uso de la tecnología con IA. Además, la investigación ha demostrado que entregar determinado tipo de comentarios tiene un impacto positivo cuantificable en el crecimiento de los estudiantes. Un enfoque de portafolio es una manera más de mejorar la visibilidad no solo del trabajo del estudiante, sino también de su proceso, todo lo cual se suma a la protección contra la mala conducta en el uso de IA.

5. Crea oportunidades para que los estudiantes discutan sus trabajos.

¿Los estudiantes utilizarían ChatGPT si deben discutir su trabajo con su profesor o con sus compañeros? Tal vez, pero la probabilidad disminuye. Aunque exigir la discusión no elimina el riesgo, proporciona una nueva barrera. Planifique tareas que incluyan revisiones entre compañeros, conferencias de escritura o tareas de reflexión en directo o en formato de vídeo, creando otra capa de visibilidad y diálogo abierto. Además, cuando los estudiantes están al tanto de que deben compartir su trabajo, suelen implicarse más. Por otra parte, la investigación demuestra que hacer que los estudiantes compartan su trabajo aumenta la confianza y la motivación por hacer la tarea (Simons Meier et al., 2020).

Aunque no son exhaustivas, estas cinco estrategias pueden servir al menos como punto de partida, y al combinarlas tienen un impacto aún mayor. Si los educadores no están seguros por dónde deben empezar exactamente, nuestra lista de revisión de mal uso de la IA enumera estos principios (¡y otros más!) para ayudarles en la preparación de tareas de escritura en la Era de la IA.