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5 razones por las que las escuelas no reportan el plagio

Jonathan Bailey
Jonathan Bailey
Consultor sobre plagio

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En un caso de alto impacto, la Universidad de Harvard reveló que 125 estudiantes estaban bajo investigación por sospechas de plagio en la clase de Introducción al Congreso. Al terminar la investigación, 70 estudiantes fueron hallados culpables y tuvieron que dejar la institución.

La historia generó una enorme atención mediática hace algunos años, no solo por ser un escándalo de grandes proporciones en una de las universidades más prestigiosas del mundo, sino porque, además, ofreció un vistazo poco común a la aplicación de las reglas de integridad académica.

Desgraciadamente, las universidades regularmente no son tan abiertas y transparentes sobre sus acciones contra el plagio académico debido a muchos motivos, como proteger a la escuela o al estudiante, o incluso para evitar el problema que significa lidiar con este tipo de casos.

Ante esta coyuntura, conozca cinco razones por las que las escuelas se pueden ver tentadas a ocultar o no reportar incidentes que involucran plagio académico y por qué esto es contraproducente:

Razón #1: Para proteger a la institución

El plagio es visto, en general, como un aspecto negativo debido al daño que puede provocar a la reputación de la institución.

Sin embargo, un alza en la detección de casos de plagio no representa necesariamente un incremento en el plagio. Muchas veces, estos cambios se deben a un mejor método de detección.

De cualquier modo, el estigma de ser una escuela con problemas de plagio puede motivar a los profesores o administradores a ocultar las estadísticas o a evitar reportar a los estudiantes que plagian.

Esto es innecesario porque el plagio puede ocurrir en cualquier institución y no se limita a una en particular. Como muestra el caso de Harvard, lo que afecta la reputación de una escuela no es que haya ocurrido un plagio, sino que la situación no sea manejada de forma profesional.

Es mucho más importante tener la reputación de ser una escuela en que el plagio se toma con seriedad que la de ser un lugar donde este nunca ocurre.

Razón #2: Para proteger al estudiante

Otra razón por la que maestros y administradores se ven tentados a no reportar casos de plagio es para proteger al estudiante involucrado. Esto pasa regularmente cuando se considera que es la primera vez que el estudiante comete una falta, o cuando existen circunstancias atenuadoras.

La lógica es que si el estudiante puede evitar entrar en un proceso formal de integridad académica, no enfrentará un castigo tan severo y se le estará otorgando una segunda oportunidad.

Sin embargo, esto no ayuda al estudiante a largo plazo. En un mundo ideal, los sistemas de integridad académica no se dedicarían a castigar a quienes violan el código de honor sino a ayudar a los estudiantes en problemas.

Además, si no existen reportes de plagios, no hay forma de saber si algún incidente es el primero y, por consiguiente, en lugar de estar ofreciendo una segunda oportunidad, se podría estar condonando una quinta o sexta falta.

La realidad es que, si no se reporta el plagio, los estudiantes no reciben la ayuda que necesitan y no hay un registro que muestre qué tan serio es el problema.

Razón #3: Para evitar problemas

Instructores y administradores rehúyen al dolor de cabeza que puede significar un reporte de plagio. En efecto, el proceso puede ser largo y tortuoso.

El mundo académico está lleno de historias de estudiantes que son sancionados por faltas de integridad académica y apelan sus casos, sin importar la claridad de la evidencia, lo que provoca que el proceso se extienda por semanas o meses.

Para evitar estos problemas, puede ser muy tentador no reportar los casos de plagio o manejarlos sigilosamente. Sin embargo, como hemos mencionado, esto no ayuda a la escuela o a los estudiantes. Por un lado, la institución pierde información de gran relevancia para sus procesos académicos, por otro, los estudiantes pueden tener dificultades que no se abordan con sólo pedirles rehacer el ejercicio.

En lugar de esto, las escuelas deben enfocarse en mejorar su proceso de integridad académica para que este sea justo y no represente una carga de trabajo abrumadora para las partes involucradas.

Razón #4: Para salvaguardar el financiamiento

Las instituciones obtienen su financiamiento de una variedad de fuentes y muchas veces estas entidades presionan a las escuelas para que mantengan ciertas métricas, como puntuación o tasas de graduación, para medir el éxito académico. En algunas ocasiones, los casos de integridad académica pueden afectar esas mediciones.

Esto puede ser especialmente relevante en instituciones públicas, en las que las fuentes de financiamiento principales están ligadas al desempeño académico de los estudiantes. Esto ha llevado a algunas escuelas a no solo ocultar el plagio, sino a promoverlo.

La clave es entender que la integridad académica debe tener el objetivo de ayudar a los estudiantes a tener éxito, y no a forzarlos a fracasar. La expulsión, por ejemplo, es una medida utilizada en muy pocas ocasiones.

Razón #5: Falta de información

De acuerdo a una investigación presentada en 2019 por Darrin Nelson, de la Embry-Riddle Aeronautical University, en el congreso del International Center for Academic Integrity, sólo un tercio de los profesores que entrevistó sabían donde encontrar los formatos para reportar faltas de integridad académica.

Este es un patrón que se repite, pues los análisis muestran que solo un pequeño porcentaje de instructores se toma en serio la tarea de reportar el plagio. Por ejemplo, en Fresno State University solo el diez por ciento de los instructores llenó un reporte tras detectar una falta.

Concientizar a los educadores sobre los procesos de integridad académica es el primer paso para elevar la cantidad de reportes.

Conclusiones

Cuando se habla de integridad académica, en particular del plagio, hay muchas razones para que instituciones, profesores y administradores se vean tentados a no reportar infracciones; sin embargo, esto no ayuda a los estudiantes ni a las escuelas.

Las instituciones necesitan asegurarse de que los instructores sepan cuándo y cómo proceder cuando detectan faltas de integridad académica.

Ocultar los casos de plagio no solo perjudica a los estudiantes que están trabajando correctamente, también les niega la oportunidad de aprender y mejorar a los estudiantes que cometieron una falta, y al final nadie gana.

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